domingo, 25 de marzo de 2018

LOVE

Este mes Netflix ha lanzado la que será la última temporada de Love, la serie creada por Lesley Arfin, Paul Rust y Judd Apatow y protagonizada por el propio Paul Rust y Gillian Jacobs (a la que ya adorábamos como Britta en Community). 


Estos son Mickey y Gus.

Ella trabaja en una cadena de radio, él es profesor en set de una actriz adolescente.

Ninguno de los dos tiene el trabajo de sus sueños, sus experiencias pasadas con el amor son algo desalentadoras y, en general, tienen bastantes problemas personales, por lo que cuando se conocen un día cualquiera en una tienda cualquiera, que surja una relación romántica normal (entendida desde el punto de vista tradicional) es lo que menos podemos esperar de ellos.

Y es que si bien Love se nos vendió como "no es la típica historia de amor" (lo que nos lleva a pensar que vamos a ver una serie sobre una relación amorosa), podríamos decir que trata más bien sobre el autoconocimiento y la lucha por encontrar nuestro lugar en el mundo.


Desde el principio entramos en una dinámica inestable e incómoda con los personajes. El bagaje emocional que acompaña a los protagonistas les convierte en personas "reales", sin edulcorar, el amor no lo puede todo, hay momentos buenos pero también crisis y caídas que hacen que el espectador pueda a llegar a identificarse con ellos. Pero lo que realmente convierte a Love en una serie destacable son sus momentos bizarros, la forma en la que trata la dependencia emocional, las adicciones y sobre todo cómo en los momentos más críticos nos hacen pararnos a pensar qué se les está pasando por la cabeza ¿por qué están haciendo esto? ¿por qué se gritan? ¿por qué se besan? y es que una de las cosas más disfrutables son las diferentes formas de cada uno de gestionar los problemas, sus contradicciones su realismo ante las imperfecciones propias de la vida.

Durante sus 3 únicas temporadas se viven momentos bochornosos, cómicos, cariñosos, incómodos y románticos (por qué no decirlo!), y se ve la gran evolución personal de cada uno, enseñándonos lo importante que es para los personajes crecer de forma individual. Además, cabe destacar que aunque la relación de Gus y Mickey va dando bandazos, acercándoles y alejándoles, siempre están acompañados de un repertorio de secundarios maravilloso que termina de redondear el avance de las temporadas.



Esta es una de esas series que se aman o se odian, así que si después de 4 o 5 capítulos no te has enamorado de ellos... abandona el barco, pero si llegado a ese punto lo que te intriga es qué pasará dentro de esas cabezas impredecibles más allá de su relación, esta es tu serie. Comprobarás que es extrañamente divertida y que, aunque en ocasiones se hace un poco lenta, siempre acaba saltando esa chispa que te hace querer ver más y más de esta historia. 

2 comentarios:

  1. Yo la dejé a medias porque el amor de Mickey y Gus me molesta un poco, pero no deja de ser una perspectiva interesante y muy cercana a la realidad. Después de leer tu crítica me dieron ganas de terminarla :)

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  2. Gran serie! si os gustan este tipo de comedias románticas os recomiendo también Lovesick, Crashing, Fleabag, Easy o You Me Her.

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