
Lo cierto es que, cuando empecé a ver esta serie de Michael Patrick King (Sex and the City) y Whitney Cummings (Whitney), no deposité demasiadas esperanzas en ella, pero con el paso de los episodios se ha convertido en una de mis inamovibles.
En esta ocasión nos encontramos a dos chicas que han llevado vidas totalmente opuestas y que, casualidades del destino, acaban juntas. Caroline (Beth Behrs) ha sido toda su vida una chica rica a la que siempre le han dado todo resuelto, pero debido a una estafa cometida por su padre, se encuentra sola y viviendo en la calle, así que pide trabajo en una cafetería cutre de Brooklyn. Allí se encuentra con Max (Kat Dennings), una chica pobre, pluriempleada, irónica y mordaz que la acogerá en su casa. Además, tiene una habilidad oculta: hace unos cupcakes increíbles. Caroline ve una gran oportunidad para hacer dinero, así que le propone abrir una tienda juntas, para lo que necesitarán unos 250.000$. La serie girará en torno a cómo las chicas intentan ahorrar y conseguir el dinero para empezar su negocio.